1. Registra todas tus deudas:

El primer paso es conocer la magnitud del problema. Haz una lista de todas tus deudas:

• ¿A quién le debes?

• ¿Cuál es el monto total?

• ¿Cuánto pagas mensualmente?

• ¿Qué tasa de interés tiene cada deuda?

• Tener claridad te permitirá organizarte y trazar un plan efectivo.

2. Prioriza tus deudas:

Una de las estrategias más efectivas es la técnica de la bola de nieve, que consiste en:

• Pagar primero la deuda más pequeña mientras mantienes los pagos mínimos en las demás.

• A medida que eliminas una deuda, el dinero que usabas para esa se destina a la siguiente, creando un efecto acumulativo.

Este método no solo es práctico, sino que también te motiva a medida que ves resultados rápidos. 

3. Evita nuevas deudas:

Mientras trabajas en saldar tus pendientes, evita adquirir nuevas deudas. Antes de gastar, pregúntate:

• ¿Realmente necesito esto?

• ¿Puedo permitírmelo sin recurrir al crédito?

Establecer límites claros es clave para mantener el control.

4. Aumenta tus ingresos:

Si es posible, busca formas de generar ingresos adicionales. Desde vender cosas que ya no uses hasta explorar trabajos freelance, cada pequeño ingreso extra puede marcar la diferencia en tu plan de pago.

5. Crea un fondo de emergencia:

Una vez que comiences a saldar deudas, destina una parte para un fondo de emergencia. Esto evitará que recurras al crédito en caso de imprevistos.